Realmente hay un círculo virtuoso que tiene que ver con contribuciones financieras, que por cierto pareciera ser lo único que le interesa a mucha gente, contribuciones de canon, regalías, derechos de licencia. Esto es muy importante y permite desarrollar infraestructura, vías de comunicación, electrificación, comunicaciones, recursos hídricos, educación y salud, especialmente en zonas descentralizadas de nuestra patria.
Por parte de las empresas mineras existe un importante esfuerzo integrador de los proveedores. Y eso genera una dinamización de la economía que es evidente. En Cajamarca nos criticarán, pero quien viajó por primera vez a esa bella ciudad en 1979 sabe perfectamente cómo ha cambiado esta región.
También sabemos cómo ha cambiado Cerro de Pasco, que Tacna y Moquegua tienen un desarrollo económico impresionante. No cabe la menor duda que la minería dinamiza la economía local con empleo, servicios y compras locales. Y finalmente, aunque muchos nos critiquen al respecto, se genera un desarrollo sostenible en armonía con el medio ambiente.
La lucha contra la pobreza debe ser el objetivo principal. Víctor Raúl Haya de la Torre hablaba de la justicia social. Y la justicia social es más una obligación que un deseo. Creo que el Perú debe estar orientado hacia la justicia social, que significa producción con calidad y empleo, con oportunidades para todos y que permita el bienestar de nuestro país.
Justicia social es crear riqueza, crear cadenas productivas y de servicios que permitan a los ciudadanos de las zonas de influencia de la minería ser partícipes de los beneficios que esta actividad genera.
En el Perú, el sector minero es líder en el cuidado medioambiental, mejorando productividad, potenciando oportunidades y proyectos renovables. Y en eso hay que insistir. Y no dejaremos de insistir en el caso del agua: generando grandes reservorios, la agricultura y la ganadería podrían multiplicarse. Está probado que estas actividades pueden convivir perfectamente con una minería responsable.
Tenemos una cultura minera, los recursos naturales, funcionarios públicos probos, gente que quiere desarrollar la minería en el país. Sin embargo, sólo en el 1% del territorio se desarrollan labores de producción y exploración mineras. El 13.6% del territorio ha sido otorgado en calidad de concesiones mineras. No es todo el Perú. Y sólo el 0.84% del territorio está en producción.
Si queremos competir en esta aldea global, si queremos ganarle a otros países, si queremos ser primeros aunque sea en producción minera, ya que en fútbol creo que no lo haremos, pues realmente debemos hacer un esfuerzo.
El Perú tiene potencial geológico, tiene a la gente que sabe hacer minería. Muchos profesionales de nuestra patria se van a operar minas fuera del país. Tenemos la obligación hacia con ellos de desarrollar y generar más oportunidades.
¿Qué más se puede hacer para desarrollar cadenas de proveedores de la minería?