Algo que debe quedar claro es que el sector minero no recibe ganancias indebidas. Sucede que los precios de los minerales han subido en el mercado internacional, y cuando el oro, la plata y el cobre suben de precio, en el Perú todos ganamos porque las ventas de las empresas mineras aumentan y sus utilidades también; y de estas últimas, el 30% va directamente a las arcas del Estado peruano por concepto de impuesto a la renta.
En consecuencia, todos los peruanos debemos estar felices cuando las mineras obtienen mayores ingresos. Ahora, si el objetivo es obtener mayores ingresos fiscales, lo aconsejable es ampliar la base tributaria haciendo que quienes hoy no tributan lo hagan. Es hora de acabar con esa cultura de "sacarle la vuelta" al propio país. Entiendo que esto implica un mayor esfuerzo fiscalizador, pero es al Estado a quien le corresponde ampliar su cobertura, incorporando a los informales a la formalidad.
Las empresas formales no tienen por qué pagar por quienes en forma egoísta generan sus ingresos y no pagan los impuestos que les corresponde. Por lo demás, resulta imposible que una empresa minera deje de pagar un céntimo de impuestos. Sin embargo, como indiqué en mi artículo anterior, los empresarios mineros no nos oponemos a que las empresas paguen más, lo cual se puede hacer con una tasa de regalía mayor al registrarse incrementos importantes en las utilidades sobre la base de alzas de precios en los metales.
La cuestión que falta resolver es cuál será ese porcentaje de regalía mayor, o si será escalonado en función del incremento de las ganancias y a qué valores les corresponderá determinados escalones. En Chile a esto lo llaman el margen operativo. Si la empresa gana más, paga más y eso es razonable. Lo que no hay que hacer es matar el recurso porque si se carga sobre las ventas podría suceder que se ahuyente a los inversionistas y el recurso mineral se quede enterrado bajo la tierra sin explotar.
No menos importante es subrayar que si se sobrecarga de obligaciones tributarias a las empresas -y esto es válido para todos los sectores, incluyendo al minero-, haremos que la economía en su conjunto pierda competitividad y en consecuencia desaliente a los inversionistas del mundo a arriesgar sus capitales en nuestro país. Dicho esto, considero que de optarse por medidas tributarias que no desalienten la inversión ni afecten la competitividad empresarial, las compañías mineras seguirán apostando por el Perú.
¿Cree usted que si el nuevo gobierno aumenta la carga tributaria a las compañías mineras éstas se retirarán del país?