Un error común en las empresas es recibir la meta del mes top-down -la que es definida por las altas esferas de la organización y que muchas veces no es compatible con la realidad del mercado- y dividirla de manera uniforme entre los componentes del equipo comercial. Con ello, sacrificamos a quienes la tienen más difícil y premiamos a los que tienen mayor potencial, sin aprovecharlo al máximo.
Una incorrecta asignación de metas trae consigo:
Las empresas poseen una muy rica información histórica de los resultados que consiguen en cada periodo, información que es poco utilizada en pro de una correcta estimación de metas, por lo que es recomendable la construcción de un sistema que lleve en consideración los resultados históricos reales sobre los cuales ir construyendo ladrillo a ladrillo el crecimiento de los resultados, y no de imposiciones muchas veces sin fundamento.
Es importante que las empresas tomen en cuenta lo siguiente al momento de asignar metas:
Recordemos que en la estructura comercial los ingresos variables del equipo vendrán definidos por el alcance de los objetivos del mes, y ya no más por un porcentaje de lo que vendan. Por lo que debemos ser muy justos en la asignación de las metas con el fin de maximizar el resultado.
Finalmente, esta correcta asignación de metas servirá también para la construcción del plan de producción y logística de distribución del mes, y de ahí el gran impacto económico que tendrá su correcta asignación.
¿Cómo desarrolla usted la asignación de metas en su organización?
Una de las decisiones que toda compañía de retail debe realizar es si su estrategia de expansión será a través de puntos de venta ubicados en centros comerciales, o en locales externos. Esta estrategia, a su vez, se convierte en parte del Plan de Marketing; y es que la localización de los locales determinará los canales comunicación y publicidad.
Con el paso del tiempo, y con más frecuencia, se hace evidente el impacto que tienen los costos de alquiler y los gastos generales, para las empresas que se ubican en un Centro Comercial. Diversas marcas han optado por salir de los mismos, ante la inviabilidad económica que representa el pagar un alquiler mensual.
La presión que ejercen las grandes cadenas de tiendas minoristas está afectando las ventas y los márgenes de ganancia de las bodegas de barrio en América Latina y otros mercados emergentes. Por ello, la situación es cada vez más difícil para las empresas de consumo masivo que abastecen a las bodegas