Capitalismo o Socialismo, ¿dónde está el equilibrio?

Capitalismo o Socialismo, ¿dónde está el equilibrio?

Evaluando lo que viene sucediendo en el Perú, Latinoamérica y el mundo en general pareciera que siempre regresamos al mismo lugar: el debate perpetuo entre capitalismo y socialismo. Analicémoslo.

Por: Daniel Mcbride González el 31 Mayo 2011

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Uno se pregunta si después de tantos experimentos con distintos modelos llevados a cabo por diferentes naciones a lo largo de más de un siglo, no debiéramos haber aprendido algo. Pues parece que no. El debate continúa, y si bien es cierto que la confrontación de ideas es siempre positiva, no lo es la aplicación de cambios constantes en nuestros modelos de desarrollo.

Tras la caída del muro de Berlín, se impuso en gran parte del mundo la democracia y la economía de libre mercado como sistemas base para el desarrollo de la sociedad y sus individuos.

A pesar de que el sistema ha demostrado generar mejoras en la calidad de vida, la exclusión de gran parte de la población, la inestabilidad del sistema monetario y financiero, la cultura consumista y superficial que ha generado, el daño ocasionado al medio ambiente y más de fondo, la base ideológica fundada en el individualismo y el beneficio propio; han propiciado siempre fuertes críticas desde diferentes escenarios. 

Intelectuales, artistas, académicos - hasta la misma industria de Hollywood, donde los villanos son siempre empresarios sin principios que sólo buscan su propio interés - han criticado consistentemente al sistema de libre de mercado y su natural proceso de globalización. Hasta le acuñaron un nombre que hoy tiene una connotación negativa: "neoliberalismo".

Por otro lado, los defensores del capitalismo basados en la idea de que los incentivos del sistema producen emprendimiento, innovación, mejora constante y por lo tanto riqueza, estuvieron siempre a favor de la reducción del tamaño del Estado y la disminución de impuestos, apuntando siempre al "gran objetivo": el crecimiento económico, el santo grial del modelo "neoliberal" como lo llaman burlonamente sus más fieros críticos. 

Si bien es cierto que el sistema produce crecimiento y efectivamente "chorrea", abriendo un poco más los ojos, sabemos que ello no es suficiente para lograr el desarrollo. Esto no significa - y he aquí la clave - que debamos cambiar el modelo económico y entonces estatizar sectores "estratégicos", traspasar las propiedades de unos a otros, proteger a las empresas nacionales, o generar puestos de trabajo de manera artificial. Entonces, ¿qué hay que cambiar?

Debemos comprender que en países en vías de desarrollo como el nuestro, el modelo de libre mercado debe estar siempre complementado con un gobierno que garantice el correcto funcionamiento del sistema (justicia, seguridad, estabilidad económica y legal) y la igualdad de oportunidades para todos (educación, salud, servicios básicos). Si a esto le añadimos un sector empresarial inmerso en una verdadera cultura de responsabilidad social corporativa y una ciudadanía más consciente y responsable de sus decisiones, otros serían los resultados.

El gobierno no genera trabajo, crecimiento económico, ni elimina pobreza, sólo crea las condiciones para que ello suceda. Gastar menos de lo que ingresa y mantener una inflación baja no es para un nobel. Un buen gobierno es el que actuando de manera eficiente, transparente y ética mejora el acceso y calidad de la educación, la salud y los servicios básicos, cierra las brechas de infraestructura, garantiza seguridad ciudadana y un sistema de justicia que funcione.

No necesitamos que un grupos de intelectuales "diseñen" con modelos econométricos y medidas artificiales un nuevo modelo de desarrollo. Necesitamos un sector público eficiente, eficaz y transparente que garantice el funcionamiento del sistema de mercado y la igualdad de oportunidades. No solicitamos una gran transformación del modelo económico, lo que necesitamos es una gran transformación del gobierno y su sistema burocrático buscando la adopción de una gestión y cultura orientada a resultados.

¿Qué piensa usted? ¿El gobierno actual viene actuando de manera eficiente, transparente y ética, o todo lo contrario? ¿Apoya el impulso de un modelo de libre mercado teniendo en cuenta las medidas señaladas por el profesor McBride, o aplicaría otro modelo? ¿Cuál?

Esta entrada contiene un artículo de:
Daniel McBride González
Especialista en reforma del estado, gestión por resultados y gestión estratégica. Master in Public Administration por Maxwell School, Syracuse NY y Licenciado en Economía por la Universidad de Lima. Actualmente es Director de la Asociación Valor Público y Jefe de Planeamiento y Presupuesto de PROMPERU. 
Profesor de la Maestría en Gestión Pública de ESAN

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