En la década de 1960, el entonces Instituto Nacional de Desarrollo inició uno de los proyectos de irrigación más importantes del agro peruano: Chavimochic. Hoy, con dos etapas concluidas, ya se extiende por gran parte de la costa norte del Perú. Sin embargo, su tercera etapa aún tiene dos retos por superar: la subasta de las tierras en sí y los tipos de cultivos podrían o no sembrarse en estas nuevas tierras, en caso de ser subastadas.

La subasta de nuevas áreas agrícolas

Las subastas de las tierras de las etapas I y II de Chavimochic y las del Proyecto Olmos fueron subastas que se dieron bajo el régimen de la Ley n.o 27360, Ley de Promoción del Sector Agrario. Esta ya fue sustituida hoy por la Ley n.o 31110, Ley del Régimen Laboral Agrario y de Incentivos para el Sector Agrario y Riego, Agroexportador y Agroindustrial, donde los aspectos laborales y tributarios se modifican de manera sustancial.

Por lo antes expuesto, los beneficios para adquirir tierras ya fueron prácticamente eliminados. Así, pasamos de una actividad con leyes de promoción a otra con leyes de regímenes generales, lo que afectará de manera significativa el atractivo para comprar tierras en subastas.

Según el portal del Proyecto Especial Chavimochic, la tercera etapa incorporaría 63 000 hectáreas con una inversión total de USD 703 millones, que incluye el IGV. Si bien es cierto que parte de la inversión comprende el uso de aguas para la población y para mejorar el riego en los valles actuales, gran parte de ella se destinará a las 63 000 hectáreas nuevas.

Todavía no existe información sobre los valores estimados para la subasta de las hectáreas nuevas. No obstante, además del valor de tierras en sí, la subasta incluye un compromiso de inversión mínimo requerido y con plazos relativamente cortos a cumplir. Es importante notar, para los que no están involucrados en el sector, que 63 000 hectáreas equivalen a más de 2.6 veces el valle de Chincha. En pocas palabras, representa una extensión de tierra muy importante.

Ahora que hemos explicado de manera resumida el reto de incorporar 63 000 hectáreas nuevas a la actividad agrícola en la costa peruana, pasaremos a exponer los desafíos vinculados con los tipos de cultivos que podemos sembrar o no en ellas.

Siembra en las nuevas hectáreas adquiridas

Como quiera que la decisión final de qué sembrar depende de cada empresario, a continuación, detallaremos lo que representan en áreas las frutas y hortalizas cuya producción global es liderada por el Perú.

• Arándanos. Somos el primer exportador mundial de arándanos. El crecimiento ha sido exponencial y, en el 2023, se cosechó un total de 17 800 hectáreas certificadas por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa). A continuación, puede observar un cuadro del crecimiento en hectáreas del arándano.

Fuente: Proarandanos

La pregunta que cabe plantearse es si el Perú podrá mantener la siembra de arándanos en los próximos años. Recordemos que los precios de la última campaña fueron muy buenos debido a una baja significativa en la producción peruana, por el efecto negativo del clima (ciclón Yaku). De lo contrario, es seguro que los precios deberían haber bajado aún más que los de la campaña de 2022.

• Uva de mesa. Al igual que con los arándanos, las exportaciones peruanas de uva de mesa superaron a las chilenas hace dos años. Hoy, el Perú es el primer país exportador de uva de mesa. En la campaña del 2023, se cosecharon 24 175 hectáreas y los precios también fueron bastantes buenos, ya que la cosecha americana, sobre todo en California, se vio mermada por la tormenta tropical Hilary.

Fuente: Inform@ccion.

¿Será una estrategia empresarial depender de los efectos negativos del clima en países productores de uva de mesa como sucedió con la tormenta tropical Hilary en Estados Unidos? ¿Podrá el Perú mantener el crecimiento de su producción de uva de mesa sin el impacto del clima en otros países?

• Palta. El Perú es el segundo país exportador de palta, solo superado por México. La campaña del 2023 cerró con un área de producción que alcanzó las 47 180 hectáreas. Los precios, que entre el 2016 y el 2019 superaban los USD 2 por kilo FOB, a partir del 2020 y hasta la fecha, han bajado a un promedio de USD 1.70 por kilo FOB.

Fuente: Inform@ccion.

Si bien hemos mencionado tres frutas en las que somos jugadores muy importantes, una situación similar ocurre con los bananos, los cítricos, los mangos y los espárragos. En cuanto a los capsicums, que ya constituyen un commoditie más, el Perú satisface la demanda de las plantas agroindustriales con solo 10 000 hectáreas de cultivo.

No obstante, si no se buscan nuevos mercados o productos agrícolas para la exportación, la subasta de 63 000 hectáreas de la tercera etapa de Chavimochic será muy complicada. Las leyes que no favorecen al sector y la producción de frutas cuya producción ya lidera el Perú generan que la incorporación de un área tan grande como la de Chavimochic III constituya una utopía.

Los commodities como el maíz, el algodón, el trigo, el sorgo o el arroz son cultivos subsidiados en todo el mundo y contra los cuales no podemos competir. Además, muchos de ellos ya son transgénicos, característica que nuestras leyes no permiten, lo que complica aún más la posibilidad de cultivarlos en el Perú. El único cultivo que podría tener cierta posibilidad, pero en áreas reducidas es la caña de azúcar. ¿Qué otros cultivos propondrías? Déjanos tu opinión.

Si quieres aprender más sobre este y otros temas, te invitamos a participar de los programas que el sector Agronegocios de ESAN tiene para ti.